Mamá, quiero ser guionista

Un día dije aquello de 'mamá, quiero ser guionista' y entonces ella...
¿por qué no me abofeteó?

miércoles, 3 de agosto de 2011

Guionistas del mundo, ¡gritad!



No, no soy yo y creo que ni nos parecemos, al menos físicamente.

Antes, cuando he buscado mi blog en Google he venido a dar al azar con este video grabado por una chica en su desesperación por encontrar trabajo. Ella, al igual que la gran mayoría de creativos jóvenes de nuestro país, nos enfrentamos a un panorama laboral abominable en el que la única manera de que las empresas te vean es llamando la atención.

Pasamos más horas de las que supondría una jornada enfrente de un ordenador, echando cvs a diestro y siniestro. El primer día, al ver tanta oferta te mantienes positivo y hasta en tu ilusa esperanza crees que lo de la crisis es una invención del telediario.

Pero a medida que pasan las horas, los días, los meses e incluso los años, las fuerzas se minan. Hay que recurrir a las de flaqueza para seguir reinventándote, aprendiendo, luchando. La autoestima está por los suelos y tus padres, que en su época lo de trabajar consistía en conocer al vecino, son más una losa que una ayuda. Es desconocimiento y no falta de empatía, sin embargo. Ellos creen que el ordenador es un juguete y no entienden que nuestra conexión con el mundo la hacemos a través de un teclado, no por vicio, sino porque la comunicación ha cambiado.

Así las cosas y sin un duro, nos tenemos que atar en corto y hacer un verdadero esfuerzo para no perder la cabeza. La clave es no dejar de mirar nuestro objetivo, tener claro lo que queremos y buscarlo con las armas que las nuevas tecnologías de la información nos dan hoy en día, no nos olvidemos.

Y esta aspirante a guionista así lo ha hecho. No sé si encontrará un puesto de lo que busca pero seguro que ha descargado su energía negativa gritando y ha logrado llamar la atención, al menos la mía y de los casi mil visitantes que ya tiene este video en Youtube.

Si eres creativo no te aburras ni hables bajito, grítaselo al mundo y que se tapen las orejas si es que no te quieren escuchar.


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