Mamá, quiero ser guionista

Un día dije aquello de 'mamá, quiero ser guionista' y entonces ella...
¿por qué no me abofeteó?

miércoles, 28 de septiembre de 2011

'Blue Valentine', elegía al amor.



Nos enamoramos una vez, la primera. Normalmente cuando somos jóvenes. Hacemos locuras. Planeamos. Vemos a nuestro príncipe azul y nos imaginamos toda una vida a su lado. De hecho, no llegamos a concebir ya una vida sin él.

Sin embargo, un día crecemos y lo miramos sin ver aquel despliegue de atractivos que nos sedujeron por aquel entonces. ¿Ha cambiado nuestra pareja o lo hemos hecho nosotros? Sí, es un hecho, hasta los lazos que parecían más estrechos pueden romperse. Pero, ¿quién tiene la culpa de ello? Pues probablemente nada más allá del fluir de la propia existencia, las circunstancias cambiantes y con ellas nuestros sentimientos.

'Blue Valentine' me ha cautivado. No me atrevo a decir que es perfecta porque no es eso, es tan realista como nosotros mismos y por ello es de condición imperfecta. La cinta independiente nos habla de las controversias a las que nos enfrenta el día a día de la convivencia, cómo nos apartamos del camino del otro con pasos tan cortos que apenas los percibimos hasta que a fuerza de sentir un malestar agrio y constante, el dolor acaba matando la pasión sin remedio.

Este relato, tierno unas veces, aterrador otras, desgrana una historia de unión y también de desunión, con flashbacks tan chocantes como certeros. La pareja protagonista nos da un paseo por la tormenta de su apego en lucha con el horror de la separación psíquica -no reñida con la física- a la que muchos matrimonios se ven expuestos con el paso de los años.


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